En ciertos casos, más que una acción formativa con contenidos de carácter general o un curso teórico sobre alguna materia o herramienta, la prioridad de los alumnos es consolidar conocimientos a través de la práctica o entrenar activamente sobre alguna casuística concreta a la que se enfrentan frecuentemente por su actividad profesional.
Un caso típico de ejemplo es el de los idiomas, donde los objetivos del aprendizaje podrían estar más relacionados con practicar la conversación que en aprender cómo conjugar los verbos, o en un curso de ventas el grupo podría estar más interesado en practicar el cierre de la venta con distintos casos en lugar de asistir a un curso en el que se le desgranen el resto de las fases del ciclo de la venta.
El laboratorio de prácticas de DIPLÓMATE está concebido para cumplir esa misión, ya que se trata de un espacio donde los alumnos pueden practicar exclusivamente sobre los contenidos que son de su pleno interés.